Sobre El Parnasillo

Como péndulo
Como péndulo,
vienes y vas.
Oigo tus pasos,
sé que te acercas.
Noto tu presencia
y percibo tu olor.
Te veo llegar,
con los brazos extendidos,
y abro los míos para recibirte,
mientras todo mi cuerpo tiembla.
Y, cuando mis labios
esperan tu roce,
beso al aire y abrazo al viento
porque te alejas cuando quiero asirte.
Siguiendo tus leyes,
ya has retomado el camino de vuelta
y sólo veo tus huellas que se alejan.
Y vuelves sobre tus pasos.
Al eterno retorno
de tu punto de partida.
No importará que yo quede incompleta,
y te añore, vacía de ti.
Tú seguirás tu oscilación.
Y, sólo cuando estés a punto de arribar
a la otra orilla,
emprenderás un nuevo regreso.
Y un día, cuando ya no te espere,
volveré a escuchar tus pasos de nuevo.
Cuando más cerca estés de mí,
será, justo el instante,
anterior al que te alejes.
Siguiendo el ritmo
de tu corazón pendular.
La dama del faro