Sobre El Parnasillo

Conocerte
( En memoria de Rachel Colomer )
Estaba escrito que te conocería,
y que al conocerte,
locamente me enamoraría.
Pero lo que yo no sabía,
ni podía imaginar,
es que el mismo destino que primero nos unía
luego nos iba a separar.
Lo que el destino me dio con manos abiertas
luego me arrebató con puños cerrados,
desoyendo mis súplicas,
condenándome por mis pecados,
de los cuales el peor
fue no enseñarte la hondura de mi amor.
El destino me lo dio todo y me dejó
sin nada,
y al hacerlo no pensó en mi dolor,
ni pensó en tu dolor
y menos aún pensó en nuestro amor
que sin ninguna consideración partió.
Pero el amor que,
como el nuestro,
vuela como la cola de un cometa
dejando una estela de polvo de estrellas
nunca muere,
sino que renace con más fuerza
convertido en una estrella.
Conocerte fue volver a nacer;
perderte fue volver a morir.
Contigo nací a la vida;
sin ti he vuelto a la muerte
de la que tanto sabía antes de conocerte.
Es mucho lo que te quiero,
y tanto lo que te amo,
que enfermo por no amarte como te quiero,
y por no quererte como te amo,
muero.
Óscar Bartolomé