Sobre El Parnasillo

Último suspiro
( En memoria de Rachel Colomer )
El aire que respiro
es el aire que expeliste en tu último suspiro,
ese aliento que sopló la Muerte en tu nuca
erizando tu vello
cuando te visitó en tu lecho,
cuando postrada yacías,
con el cabello flotante,
como princesa durmiente
de amor inflamada
y pecho anhelante.
Mas no podrá el olvido borrar
lo que el amor escribió en letras capitulares
al comienzo de un párrafo
alineado en el centro
de este corazón
que sin ti está yermo.
No podrá la Muerte silenciar
el sonido de tu voz
contenido en las muchas palabras
que dejaste antes de irte
y que guardo en mi memoria
prontas a ser recordadas.
Porque la Muerte no separará
lo que el amor unió con tan fuertes lazos.
Porque la Muerte sólo es una estación de paso
en el ciclo de la vida,
una parada intermedia en un largo recorrido.
Tú partiste antes que yo rumbo a lo desconocido,
mas yo habré de encontrarte
-te lo prometo-
para reunirme contigo.
¿Cómo habremos de morir
y quién habrá de recordarnos?
Al menos tú puedes estar segura,
mi adorada Raquelita,
de que yo siempre te recordaré
mientras viva
y aun después.
Es triste el decirlo,
mas ahora que tú ya no eres mía,
yo soy más tuyo todavía.
Óscar Bartolomé