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Música
Carátula de 'In Rainbows', lo nuevo de Radiohead.

In Rainbows, crítica del último disco de Radiohead

Cuatro años después del irregular y continuista ‘Hail to the thief’, y tras una larga ausencia en la que Thom Yorke tuvo tiempo de publicar su primer trabajo en solitario, el muy estimable ‘The Eraser’, Radiohead ha vuelto con energías renovadas gracias a ‘In Rainbows’, el que es su séptimo disco de estudio y una vuelta a sus orígenes, a los dos álbumes que marcaron toda una época: ‘The Bends’ y ‘OK Computer’.

Hablar de ‘In Rainbows’ es hablar, no ya sólo de música, sino sobre todo de un nuevo concepto de promoción musical que elimina la figura del intermediario y que se adapta a los tiempos que corren, unos tiempos en los que la piratería está a la orden del día y la venta de discos ha caído en picado. Como es bien sabido, Radiohead ha decidido desligarse de su sello discográfico, EMI, para no pagar el alto peaje que supone la distribución musical. De esta manera, para escuchar ‘In Rainbows’ sólo hay que entrar en la página web oficial de Radiohead y bajárselo al precio que usted quiera, pudiendo conseguirlo incluso gratis. Es algo así como dar la voluntad o, mejor aún, ponerle el precio que el usuario estime que merece. Por extraño que pueda parecer, se habla de que la media de recaudación ronda los 8 euros, una cifra nada desdeñable cuando se ofrece gratis, lo que puede significar dos cosas: que los seguidores de Radiohead sienten una fidelidad a ultranza hacia la banda de Thom Yorke, Jonny Greenwood y compañía, o bien que el deseo de obtener algo considerado excesivamente caro por medios ilícitos es superior al ahorro real de ese dinero. Sea como fuere, lo que es seguro es que la arriesgada jugada le está saliendo pintiparada a Radiohead, y puede que siente un precedente en el mundo de la música que otros grupos se apresuren a imitar.

En lo estrictamente musical, ‘In Rainbows’ es el mejor disco de Radiohead desde el mítico ‘OK Computer’, de cuya publicación se acaban de cumplir ahora diez años. Si algo ha caracterizado al grupo británico desde su aparición es su continua experimentación y búsqueda de nuevos sonidos, no conformándose con imitar las fórmulas creadas por otros antes que ellos o por ellos mismos, y no quedándose estancados como un one-hit wonder, etiqueta que muchos les pusieron cuando irrumpieron con fuerza en el panorama musical gracias a ‘Creep’, la canción que les puso en órbita y el baluarte de su primer elepé: ‘Pablo Honey’. Radiohead siempre ha sido un referente dentro del rock alternativo y muchas bandas han nacido bajo su estela, como Muse, cuyo cantante, Matthew Bellamy, posee un registro vocal tan parecido al de Thom Yorke, falsetes incluidos.

Todos los miembros de Radiohead al completo, con Thom Yorke a la cabeza.

‘In Rainbows’ se compone de diez pistas en las que predomina un tono sosegado y melancólico aderezado con ecos electrónicos.

  • La primera canción de ‘In Rainbows’, ’15 Step’, es quizá la que más nos remite a sus anteriores discos, a la línea electrónica que Radiohead emprendió con ‘Kid A’ y continuó con ‘Amnesiac’. ’15 Step’ es como una caja de sonidos bien orquestada, con muchos efectos de percusión y ambientales sabiamente engarzados en la mesa de mezclas, sin ninguna concesión a las guitarras y con una melodía envolvente en la que domina la voz angulosa de Thom Yorke. Recuerda vagamente a ‘Idioteque’ y a ‘Knives Out’, y como introducción cumple a las mil maravillas.
  • La segunda pista, ‘Bodysnatchers’, es la que más se distingue del resto, por ser la más agresiva dentro de un conjunto que se mueve en la contemplación. Aquí aparecen por fin las guitarras eléctricas con distorsiones que tanto recuerdan a ‘The Bends’, en un estilo que algunos añorábamos. Es una de esas canciones que hay que escuchar varias veces para llegar a apreciarla, y que gana en cada escucha sucesiva. El clímax es sensacional, con una voz de Thom Yorke que se desgañita y que parece a punto de quebrarse como una vasija. Sin lugar a dudas, una de las mejores canciones del disco.
  • Nude’ se titula la tercera pieza, y ya se conocía desde tiempo atrás, pues se remonta a la época del ‘OK Computer’, y aunque no entró a formar parte de aquel magnífico disco, Radiohead no se olvidó de ella en sus actuaciones. Dicho esto, conviene aclarar que no es, ni mucho menos, una cara B, y que su calidad es tal que no desmerece en absoluto de cualquier canción del ‘OK Computer’, y que bien podría situarse al lado de clásicos como ‘Let Down’ o ‘No Surprises’. Es emotiva, delicada y penetra en lo más profundo de la sensibilidad.
  • Le sigue ‘Weird Fishes/Arpeggi’, un título extraño que se corresponde con una canción de ritmo lento y cadencioso entreverada de coros. Una lógica continuación de ‘Nude’, y anticipo de lo que vendrá después.
  • Y lo que viene después es ‘All I Need’, la que para mí es la mejor canción de ‘In Rainbows’. En ninguna otra, salvando algunos segundos de ‘Bodysnatchers’, la voz de Thom Yorke se hace tan liviana que parece hecha de aire, y tan melancólica que se adueña de tu alma. Te contagia una tristeza tal que todo te parece bello y frágil, como si quisieras tocar su voz aun sabiendo que al hacerlo se rompería en mil pedazos. El piano y los sintetizadores armonizan a la perfección.
  • La sexta pista es ‘Faust Arp’, la pieza más corta de todas, de poco más de dos minutos de duración, y puede que también la más olvidable. Se escucha con placer, pero no transmite la emoción de las otras, quizá por tener un tono demasiado mortecino.
  • Radiohead vuelve con nuevos bríos con ‘Reckoner’, otra de las joyas de ‘In Rainbows’, que, como pasaba con ‘Bodysnatchers’, gusta más cuanto más se escucha. Va ganando en intensidad a medida que se acerca el final. Los falsetes de Thom Yorke sacan lo mejor de su poliédrica voz.
  • El disco continúa con ‘House of Cards’, una canción pausada que recuerda mucho a algunas canciones de ‘The Eraser’ como ‘Analyse’ o ‘Black Swan’, por lo que hay que concederle toda su autoría al propio Thom Yorke.
  • La penúltima pista de ‘In Rainbows’ se titula ‘Jigsaw Falling Into Place’ y, como ‘Reckoner’, se caracteriza por empezar suave e ir in crescendo y, al igual que aquélla, se disfruta más en cada nueva escucha.
  • Para cerrar ‘In Rainbows’ Radiohead elige una pieza atípica y minimalista como ‘Videotape’, en la que la experimentación no está tanto en los sonidos electrónicos como en la desnudez de la voz del cantante, a quien sólo acompaña un piano y una percusión que entra luego de haber comenzado y que se mantiene a un volumen constante y bajo.

En resumen, ‘In Rainbows’ es una vuelta al ruedo por todo lo alto, tanto por su incuestionable calidad artística como por encender la mecha de una revolución musical que promete tener una continuación.

'In Rainbows', Radiohead

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Óscar Bartolomé

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