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Series de televisión
Póster de Vikings, una serie de Michael Hirst sobre el héroe vikingo Ragnar Lodbrok para History Channel.

Vikings, crítica de la serie sobre Ragnar Lodbrok (Travis Fimmel) y el rey Egbert

Una de las mejores series históricas estrenadas en los últimos años es ‘Vikings’, creada por Michael Hirst (para más señas, autor de ‘Los Tudor’) para el canal de televisión canadiense History Channel, que recientemente obtuvo bastante éxito a nivel de audiencia, incluso aquí, en España, con ‘La Biblia’.

Travis Fimmel da vida al explorador de rostro aguerrido y mirada penetrante Ragnar Lodbrok.Vikings’ reúne todos los requisitos para ser una serie épica. En primer lugar está su protagonista, el héroe legendario de la mitología escandinava Ragnar Lodbrok, interpretado magistralmente por Travis Fimmel. Según las crónicas de la época, Ragnar fue rey de Suecia y Dinamarca durante el siglo IX (circa 840), y se le se consideraba hijo de Sigurd Ring, rey de Suecia y conquistador de Dinamarca, y él mismo se declaraba descendiente de Odín. Sus hechos fueron recogidos por el Gesta Danorum de Saxo Grammaticus, un historiador danés del siglo XII. El actor y modelo australiano Travis Fimmel compone un Ragnar fascinante y seductor, con esa mirada clara y astuta que relampaguea tanta pasión y ferocidad como avidez por aprender, además de un punto necesario de locura; pues no deja de ser un visionario para su época y sociedad, como lo fue, un siglo después que él, Erik el Rojo, explorador y fundador del primer asentamiento en Groenlandia (“Tierra Verde”) y posiblemente el primer europeo en pisar el continente americano, aunque sobre esto no existe documentación. Dice mucho de Ragnar, de sus ansias por conocer a su enemigo, de empaparse de su lengua, su cultura y tradición, que después del saqueo del monasterio de Lindisfarne eligiera como botín de guerra al monje Athelstan (George Blagden), el único superviviente de la razia de esta primera expedición al Oeste, en lugar de quedarse con un cáliz o una cruz de oro. Athelstan, por su parte, también aprenderá las más salvajes costumbres paganas, y poco a poco se convertirá en uno de ellos, aunque su transformación nunca será completa (de ahí la suspicacia y animadversión que suscita en Floki), pues pronto descubrirá que no puede renunciar tan fácilmente a su Dios cristiano y reemplazarlo por otros del panteón nórdico como Odín, Thor, Bragi y Freya. Para Ragnar, Athelstan es mucho más valioso que un esclavo o un sirviente; es casi un amigo de la familia.Ragnar tendrá descendencia con sus dos esposas: primero, con la escudera Lagertha; y luego, con la princesa Aslaug.

Todos los personajes que aparecen en ‘Vikings’ tienen una fuerte y marcada personalidad, y todos se mueven por intereses puramente egoístas, por venganza o ambición; y sólo en unos pocos casos, y con matices, por lealtad. Floki (Gustaf Skarsgård), el constructor de barcos (los famosos drakkar), está tan loco como el dios Loki, pero en esa locura reside parte de su genialidad. Será un aliado decisivo para que Ragnar pueda navegar hacia las costas británicas (genial el detalle del disco de Uunartoq, la piedra solar de luz polarizada para navegar en la niebla que utilizaban los vikingos como brújula, emparentado también con el Vegvísir, tan parecido a nuestra rosa de los vientos). Rollo (Clive Standen), el hermano de Ragnar, se debate entre la lealtad y la traición a su propia sangre. Aunque todos le consideran un gran guerrero, su fama es eclipsada por la de su hermano, y esa debilidad sabrá explotarla el jarl Borg en su propio beneficio (aunque luego le salga mal la jugada). Por si fuera poco, está secretamente enamorado de su mujer Lagertha, con la que tuvo en el pasado un affaire.

¿Quién necesita un motivo para la traición? Uno siempre debe esperar lo peor, Ragnar, incluso de su propia familia. De esa forma, te ahorrarás muchas decepciones en la vida”, le aconseja Floki a Ragnar antes de que Rollo consume su traición al aliarse con el jarl Borg.

Rollo (Clive Standen), el hermano de Ragnar, se debate entre la lealtad y la traición.En sus comienzos, Ragnar es un simple granjero que no es nombrado jarl de Kattegat hasta que desafía en combate a muerte u ordalía al conde Haraldson (Gabriel Byrne), su enconado enemigo y firme detractor, un preboste déspota y tirano que vive atormentado y envilecido por la cruel pérdida de sus hijos y que representa lo más impenetrable de esa tradición que se niega todo cambio (y es que los cambios pueden alterar la jerarquía y el orden social establecido). Su mujer, Siggy (Jessalyn Gilsig), es una superviviente nata, intrigante y manipuladora, alguien que sabe bien a quién arrimarse o a quién persuadir para volver a ascender en la esfera social. La primera temporada, pues, se divide entre las luchas tribales y las expediciones de ultramar.

Algo que nos queda claro de la civilización vikinga, además de sus rituales paganos donde abundan los videntes deformes (curioso cómo le lamen la palma de la mano después de enunciar su profecía), los cuervos, las águilas y los sacrificios humanos, o su rica mitología que empieza por el árbol Yggdrasil, que sostiene los nueve mundos, y que acaba en la batalla del fin del mundo, o Ragnarök, es lo importante que es para ellos extender su progenie, propagar su linaje. Ragnar, en principio, forma una familia idílica con su mujer, la aguerrida escudera Lagertha (Katheryn Winnick), su hija Gyda y su hijo Björg, pero una vez que ésta se revela infértil tras sufrir un aborto espontáneo, Ragnar no puede evitar sentirse atraído por la princesa Aslaug, quien ocupará su lugar en el trono y le dará más hijos, entre ellos Sigurd Ragnarsson, Serpiente en el Ojo, o Ivar el Deshuesado.

Además de los personajes vikingos que han sido el núcleo de la serie durante prácticamente toda la primera temporada, y entre los que también se cuentan el rey Horik de Jutlandia y el jarl Borg, que pronto envidiarán la creciente gloria y reputación adquirida por Ragnar, luego están los reyes de los diferentes reinos británicos donde éste comete sus razias. El más astuto y ambicioso de ellos es el rey Egbert de Wessex (Linus Roache), alguien de quien dice Athelstan piensa como Ragnar. Sin embargo, la primera de sus incursiones es en Northumbria, donde reina Aelle. Estos dos reyes forjarán una alianza, previo matrimonio de conveniencia, para combatir a los salvajes hombres del norte, pero además el rey Egbert utilizará a su prisionero Athelstan para conocer mejor a Ragnar y, al mismo tiempo, intentará anexionarse el reino de Mercia, que está inmerso en continuas guerras de sucesión tras la muerte del poderoso rey Offa.

El rey Egbert de Wessex (Linus Roache) se alía con Aelle de Northumbria para combatir a los vikingos.‘Vikings’ es una serie que destaca por su cuidada ambientación y por su rigor histórico (como la peregrinación al templo de Uppsala, el matrimonio more danico, la ordalía o la piedra solar), lo que unido a sus impresionantes paisajes (la serie está rodada íntegramente en Irlanda) y a su excelente fotografía y trepidantes escenas de acción, la convierten en un producto audiovisual de una factura impecable y muy agradable de ver.

En ‘Vikings’ no podían faltar unos títulos de crédito iniciales deslumbrantes, acordes al virtuosismo de la serie. El tema musical que suena se titula ‘If I had a heart‘, y es obra de la cantante y compositora sueca Fever Ray. Es una música con resonancias épicas y wagnerianas que bien podría acompañar a las valkirias en una de sus cabalgatas.

Vikings, música Fever Ray

Tags: Vikings, Ragnar Lodbrok, Travis Fimmel, Michael Hirst, Lagertha, princesa Aslaug, Athelstan, rey Egbert, Floki, Rollo, Fever Ray, Wessex, Northumbria, Aelle, civilización vikinga, Ygdrassil, Ragnarök, History Channel.

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Óscar Bartolomé

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Con el tiempo también fui dando cabida a otros géneros literarios como el relato, los aforismos y la poesía, hasta convertirse en la plataforma o revista multicultural que es hoy en día.
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